La ergonomía adapta el trabajo a la persona para prevenir lesiones musculoesqueléticas y mejorar productividad; aplicar evaluación de puestos, controles de ingeniería y pausas activas reduce riesgos de forma comprobada.
¿Qué es la ergonomía en el trabajo?
La ergonomía es la disciplina que estudia la interacción entre las personas, sus tareas y el entorno laboral con el objetivo de diseñar puestos, herramientas y procesos que minimicen la carga física y mental y maximicen la eficiencia y el bienestar.
Riesgos ergonómicos más comunes
- Movimientos repetitivos y ciclos cortos que generan sobrecarga en manos y muñecas.
- Posturas forzadas (tronco, cuello, hombros) por diseño inadecuado del puesto.
- Manipulación manual de cargas (levantamiento, empuje, arrastre) que provoca lesiones lumbares.
- Duración y frecuencia de la exposición: jornadas largas sin pausas aumentan la probabilidad de trastornos musculoesqueléticos.
Evaluación práctica del puesto (pasos)
- Identificar tareas críticas y registrar frecuencia, fuerza y postura.
- Medir factores: tiempo de ciclo, peso manipulado, ángulos articulares y pausas.
- Clasificar riesgo según criterios (bajo/medio/alto) y priorizar intervenciones.
- Registrar hallazgos y planificar acciones con responsables y plazos.
Controles y soluciones efectivas
- Controles de ingeniería (prioritarios): ajustar alturas de trabajo, instalar mesas regulables, plataformas elevadoras, carros y ayudas mecánicas para evitar levantamientos manuales. Reducen la exposición de forma permanente.
- Controles administrativos: rotación de tareas, pausas activas programadas y limitación de jornadas repetitivas.
- Diseño de herramientas: mangos ergonómicos, herramientas livianas y balanceadas que disminuyen la fuerza requerida.
- EPP como último recurso: soportes lumbares o guantes ergonómicos solo cuando no es posible eliminar el riesgo por diseño.
Buenas prácticas diarias (rápidas)
- Ajusta tu estación: monitor a la altura de los ojos, codos a 90°, pies apoyados.
- Pausas activas: 3–5 minutos cada 50–60 minutos para estirar y cambiar postura.
- Entrenamiento: formación en técnicas de levantamiento seguro y uso de ayudas.
- Monitoreo continuo: encuestas de pulso y observación en terreno para detectar fatiga temprana.
Indicadores y seguimiento
- KPIs útiles: tasa de lesiones musculoesqueléticas, días perdidos por lesión, cumplimiento de pausas y rotación de tareas. Revisiones trimestrales permiten ajustar medidas y documentar mejoras.
Conclusión práctica: Prioriza controles de ingeniería, complementa con rotación y pausas, y documenta resultados. Pequeños cambios en diseño y rutina (mesas regulables, ayudas mecánicas, pausas activas) suelen ofrecer el mayor retorno en salud y productividad.


